May 9, 2020 Conectando a la Iglesia con el Seminario Por Dr. Miguel Álvarez enBlog Es muy común escuchar que la misión del seminario es servir a la iglesia. La expresión suena bien y parece alentadora; no obstante, a la hora de evaluar la relación entre la iglesia y el seminario nos damos cuenta de que ese objetivo no es tan fácil de lograr. En algunos casos, más bien pareciera que en vez de una relación de cooperación lo que hay es una rivalidad que genera desconfianza. Cuando eso sucede se pierde el objetivo del seminario y la iglesia se queda sin su mejor aliado para la preparación de sus pastores. La clave para que haya una buena relación entre el seminario y la iglesia es mantener un balance saludable entre la academia y el ministerio. La iglesia debe reconocer el valor de la institución teológica y apoyar su misión en todo sentido. Por su parte el seminario debería honrar a la iglesia y servirla con la mejor de sus capacidades. Cuando se establece una relación de mutuo respeto ambas entidades progresan y el crecimiento se puede observar a simple vista. En todo caso, es la iglesia la que determina el rumbo del seminario. Es esta la que selecciona a su liderazgo y, en última instancia, la que influye seriamente sobre el contenido académico y teológico ofrecido por este. Ese balance se da cuando iglesia confía en su seminario y apoya su gestión educativa, sin prejuicios de ninguna clase. De este modo, si el personal docente se siente respaldado por la iglesia, la tarea de formar a las nuevas generaciones de pastores será más factible. Ahora toca a todas las personas involucradas en esta relación iglesia-seminario, jugar un papel decoroso donde el interés por la obra del Señor prevalezca. Acá también desempeñan un papel decisivo las disciplinas espirituales, tales como la oración, el compromiso y la sumisión a la voluntad de Dios. Esto hará que pastores y educadores caminen juntos en cooperación y respeto mutuo. Al fin y al cabo, todos son obreros útiles en la obra de Dios.
3 comentarios HERBERT LEONEL VARELA ZAVALETA Publicado el10:15 pm - mayo 16, 2020 EXCELENTE ARTICULO DR. ALVAREZ. Esa conexión SEMINARIO-IGLESIA es medular, siempre lo ha sido. Dicho objetivo solo se puede cumplir si cada pastor de manera responsable le damos el valor justo a la labor del SEMINARIO desde cualquier plataforma o nivel educativo. No tiene porque haber rivalidad entre ambas partes, sino al contrario, esta relación debe ser cada vez mas estrecha y muy bién intencionada. saludos desde Teculután, Zacapa. Bendiciones. Responder Dr. Miguel Álvarez Publicado el3:36 am - mayo 18, 2020 Muchas gracias Herbert por su comentario creativo y atinado. Nos da mucho gusto formar parte de las filas de la iglesia. Nuestro lugar, como seminario, está ahí. Somos y siempre seremos parte de la iglesia. Saludos y bendiciones Responder Dr. Miguel Álvarez Publicado el1:48 am - junio 10, 2020 Muchas gracias Hermano Varela. Su comentario es bien recibido. El SEBIPCA siempre estará al servicio de la iglesia, y por supuesto, la afirmación y el compañerismo de la iglesia nos animará más a seguir adelante. Responder
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