El SEBIPCA realiza sus procesos educativos en un contexto socio-cultural apropiado para la formación de ministros y líderes que impulsan la misión de Cristo, poniendo en mutua relación dinámica la teoría y la práctica del ministerio. El SEBIPCA tiene además un enfoque multicultural y global.

Misión

Formar ministros y líderes comprometidos con la movilización de sus congregaciones hacia el cumplimiento de la misión.

Visión

Somos una institución de educación superior, líder en la formación de ministros comprometidos con la misión de la iglesia.

Objetivos

1. Ofrecer a los ministros y candidatos al ministerio una formación bíblica y ministerial sólida, para desarrollar un trabajo pastoral fiel a las Escrituras, que responde a los anhelos, necesidades e inquietudes de la gente a la que ministran.
2. Proveer un programa de educación continua a fin de estimular la renovación, desarrollo y fortalecimiento de los obispos, directores educacionales, pastores y líderes de la iglesia.
3. Establecer un centro de recursos humanos y técnico-pedagógicos para la promoción y difusión de la doctrina pentecostal.
4. Desarrollar y producir materiales didácticos para el uso y beneficio de las distintas agencias e instituciones educativas de la iglesia.

Valores

1. Lealtad.
2. Integridad.
3. Sujeción.
4. Discreción.
5. Responsabilidad.
6. Solidaridad.
7. Excelencia.

Filosofía Educativa

La educación bíblico y teológica es uno de los componentes centrales de la misión de la iglesia. En consecuencia, la Iglesia de Dios en Centro América, tomó en el año 2000 el acuerdo de establecer el Seminario Bíblico Pentecostal Centroamericano para el servicio de la iglesia en la región.

El propósito fundamental del SEBIPCA es formar ministros y líderes cristianos en teología y experiencia. Los estudiantes son motivados a asumir una responsabilidad histórica y social comprometida con el Reino de Dios y la misión de la iglesia. Esto genera procesos de enseñanza-aprendizaje que equilibran el desarrollo del carácter, el conocimiento teológico y la competencia para el ministerio en el siglo XXI.

En el SEBIPCA, la comunidad de maestros y estudiantes se dedica a la incesante búsqueda del conocimiento, en la que el Espíritu Santo es el Maestro que guía a la verdad. La filosofía educativa sebipcana considera que el estudiante y el maestro vienen al salón de clases con experiencias, marcos de referencia y conceptos previos que les permiten desarrollar el
conocimiento juntos.

En el SEBIPCA, maestros y estudiantes crecen juntos en conocimiento, actitudes y habilidades, integrando el aprendizaje a la realidad de la vida, teniendo una vivencia cualitativa permanente de la transformación humana. El crecimiento integral de la persona tiene prioridad
sobre los programas, contenidos y actividades.

El maestro acompaña al estudiante y comparte con él un conocimiento actual, especializado y pertinente al contexto. Además, planifica, organiza, dirige, supervisa, evalúa, sistematiza y socializa las experiencias de aprendizaje. El estudiante es sujeto activo en la búsqueda del conocimiento asumiendo la responsabilidad de su propio aprendizaje. Es motivado internamente por el compromiso de responder a las preguntas que se ha planteado sobre sí mismo, la iglesia y la sociedad y, por el anhelo de descubrir un nuevo conocimiento.

El SEBIPCA promueve un ambiente dinámico en el salón de clases y en la vida práctica. Nuestra actitud hacia la vida y el ministerio es creativa y participativa, sustentada en los principios del Reino de Dios. Esto se logra con la cooperación de un personal administrativo y de servicio comprometidos con el mejoramiento continuo y la excelencia.

La Escuela de Xela

Declaración de fe

Creemos:

1. En la inspiración verbal de la Biblia.
2. En un Dios que existe eternamente en tres personas, a saber: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
3. Que Jesucristo es el unigénito del Padre, concebido del Espíritu Santo y nacido de la virgen María. Que fue crucificado, sepultado y resucitó de entre los muertos. Que ascendió al cielo y está hoy a la diestra del Padre como nuestro Intercesor.
4. Que todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios; y que el arrepentimiento es ordenado por Dios para todos y necesario para el perdón de los pecados.
5. Que la justificación, la regeneración y el nuevo nacimiento se efectúa por fe en la sangre de Jesucristo.
6. En la santificación, subsecuente el nuevo nacimiento, por fe en la sangre de Jesucristo, por medio de la Palabra, y por el Espíritu Santo.
7. Que la santidad es la norma de vida, de Dios, para su pueblo.
8. En el bautismo con el Espíritu Santo, subsecuente a la limpieza del corazón.
9. En hablar en otras lenguas, como el Espíritu dirija a la persona, lo cual es la evidencia inicial del bautismo en el Espíritu Santo.
10. En el bautismo en agua por inmersión, y que todos los que se arrepienten deben ser bautizados en el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
11. Que la sanidad divina es provista para todos en la expiación.
12. En la cena de Señor y el lavatorio de los pies de los santos.
13. En la premilenial segunda venida de Jesús. Primero, para resucitar a los justos muertos y arrebatar a los santos vivos hacia El en el aire. Segundo, para reinar en la tierra mil años.
14. En la resurrección corporal; vida eterna para los justos y castigo eterno para los inicuos.